Con su forma facetada y acabado ámbar translúcido, este jarrón se convierte en un punto focal perfecto para interiores contemporáneos. Sus líneas angulosas crean juegos de luz interesantes, mientras que su estilo sobrio permite combinarlo con flores secas, ramas o dejarlo solo como una pieza escultórica. Es ideal para salas de estar, escritorios o espacios minimalistas que buscan un acento sofisticado.