Este florero de vidrio verde evoca la frescura de las costas mediterráneas. Su forma curva y su tonalidad suave lo convierten en un objeto decorativo que transmite calma, ideal para dar vida a mesas auxiliares, repisas o rincones luminosos del hogar. Aporta un toque de color sin estridencias, elevando la decoración con una estética limpia y refrescante.